sábado, 10 de julio de 2010

REFORMULAR EL ESTADO; EL DESAFIO DE UN NUEVO PARADIGMA

Me toco realizar una reseña sobre el texto de Evans, para la materia Metodología de la Investigación, pasó a compartirla:

A finales del siglo XX, se instaló dentro de la esfera política la discusión de la reformularon del Estado y la incorporación a los nuevos desafíos sintetizados en la “Globalización Económica”.

En la publicación denominada “El Estado como Problema y Solución” desarrollado por Peter B. Evans, profesor de la Universidad de California, que trabaja en el departamento de sociología, quien se dedica especialmente sobre economía política, transformación industrial en países del tercer mundo. Pone sobre la mesa el debate: ¿cómo estos países pueden acceder a reformular sus políticas de Estado para poder entrar en la competencia de mercado único? Utilizando categorías Weberianas, dentro de una teoría a la cual definiría como de Estado – Céntrica.

Dentro de este trabajo, podemos analizar en primer término dos ejes de discusión: El primero seria el neo – utilitarismo, aquel que comienza con las nuevas olas liberales de los años `70 y transcurre por la década de los `80, donde se “demoniza” al Estado argumentando que es perjudicial para la economía, donde toda intervención es contra producente y distorsiona al mercado. Sumándole su relación “clientelista” de contraprestaciones a los sectores sociales y la apropiación de la renta publica de los funcionarios. Como solución a este planteo, el autor sugiere, la reducción jurisdiccional del Estado al mínimo y la transferencia de las funciones al mercado.

Pensando en términos de Weber podríamos entender que el Estado Burocrático, políticamente hablando, es la construcción más racional, donde el mercado se puede desenvolver para tomar las decisiones racionales que necesita. Desde ese punto nace el concepto del “Enraizamiento Autónomo” Donde los burócratas, tienen que cumplir con varios requisitos especiales, tales como su jerarquizacion, capacidad, eficiencia, buena renumeración, y su estrecha relación con el empresariado. Esta relación con las empresas debe ser de forma autónoma para evitar ser cooptados por las autoridades empresariales. Complementado estos puntos se logra, según Evans, un Estado Desarrollista.

Como segundo eje de discusión, el autor fortalece sus ideas ejemplificándolo de la siguiente manera: Ponderando dentro de tres etapas la realidad política económica de algunos países. Evans toma como un modelo distanciado del Desarrollismo la política implementada en la Republica de Zaire, a quien bautiza como un “Estado Predatorio”, junto al concepto de neo-utilitarismo donde el aparato del Estado esta en manos de una elite asociados entre si, donde la burocracia esta ausente, el Estado es débil y prolifera la corrupción.

Dentro del punto intermedio, cita los casos de India y Brasil, que más allá de sus falencias, como el problema de castas en el primero y una burocracia casi clientelista en el segundo, han actuado de forma eficaz empresarialmente contribuyendo al crecimiento y desarrollo industrial, casi de forma Autónoma y Enraizada.

Cerrando con aquellos a lo que considera exitosos, citando a Taiwán y Corea dejando el lugar privilegiado a Japón. Con respecto al primero resalta la burocracia clásica de Weber, reforzada de una forma organizativa extra, donde el Estado cumple una función central donde asume responsabilidad empresarial acumulando capitales, invirtiendo en riesgo, mejorando la competencia de empresas privadas para la inserción dentro del mercado. Mientras que a Corea lo asemeja a Japón, a este ultimo lo instala como un ejemplo de burocracia Profesional, siendo los mejores promedios universitarios, son asesores empresariales, manteniendo el conocimiento y los vínculos no formales con los sectores privados. Un claro ejemplo del Enraizamiento Autónomo.

En conclusión, el autor plantea reformular el Estado, para acompañar al empresariado, de una forma pasiva, pero eficaz. Sosteniéndose desde la visión del “ordenamiento burocrático”, una formación de tipo ideal, la cual es utilizada como medio y no como un fin.

Desde mi punto de vista puedo coincidir con la construcción de una burocracia eficaz y la creación de un empresario propio. Pero lo que me parece bueno criticar es que no siempre tener una burocracia eficiente lleva a la construcción teórica de un Estado Desarrollista, y mucho menos me parece que este modelo sea una construcción optima.

Dado que un Estado Desarrollista se funda en alentar a la sustitución de las importaciones acrecentando la teoría de “la Dependencia”, de esta manera alimenta un desarrollo particular o individual, desprotegiendo la función de la totalidad, tal es el caso de Brasil donde encasilla la producción de ese país en el rubro Automotriz, o a los países del Oriente, incluyendo Japón, dentro de la producción tecnología, de esta manera se crea un nicho de mercado, donde no son los Estados quienes progresan sino es el sistema capitalista el beneficiario de este modelo, el cual introduce comercialmente, a cada Nación, y dentro de sus fronteras se beneficia un sector especifico, mientras el resto queda afuera, generando un conflicto social donde el Estado que se encuentra minimizado y tecnocratizado, termina teniendo un costo social importante.

Por otro lado, no solo deja unas series de contradicciones sobre el rol del Estado, máxime sabiendo que solucionando una parte de los problemas deja al descubierto, un espacio que acrecienta de alguna forma los conflictos sociales.

Si tenemos en cuenta la definición clásica de Weber sobre Estado : Podríamos afirmar que el texto abre el replanteo de ¿Que Estado queremos, y que rol y funcionamiento burocrático debería acompañar a este? Descifrando este interrogante, deberíamos debatir sobre una burocracia comprometida socialmente, capaz y eficaz de reconstruir políticas integradoras que puedan abarcar la totalidad, sin caer en el reduccionismo y lograr así una independencia política, basada en una economía eficiente, una pluralidad política, un desarrollo ecológico y sustentable, una soberanía regional y sobre todo una igualdad de competencia dentro de un marco de globalización con justicia social. Incorporándose en un nuevo debate más acorde con los tiempos que corren, estaríamos en las puertas de un nuevo paradigma donde el rol del Estado sea más fuerte, activo y representativo para llevar adelante las decisiones del conjunto.

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