Desde la iglesia se piensa que el rechazo a las concepciones “maquiavelianas” de la historia y del agente político; es la negación que sustenta el pensamiento de Maquiavelo. Se lo analiza desde dos nociones, no-cristiana que permiten acciones anticristianas desde un punto moral. Sin embargo, no son conceptos ni morales ni antirreligiosos.
Tengan en cuenta que aunque Maquiavelo manifiesta desprecio por el gobierno temporal del Papa con sus pretensiones de superioridad moral y sus políticas claramente corruptas desde los propios cánones cristianos, no desprecia el fenómeno religioso ni su teoría carece de noción de bien.
Aprecia la religión en tanto que instrumente una política para la cohesión social, pero sin otorgarle ningún valor hegemónico en lo normativo, dado que esto es una prerrogativa de esa capacidad humana que es el deber político.
El ser humano ducho en política constituye la única fuente de normas, es él quien determina en cada fase histórica como es mejor actuar y que medios hay que emplear si se pretende satisfacer las nesecidades humanas fundamentales, objetivo este que, como recoge la historia, se alcanza en gran medida en contextos políticos que permiten "el vivir civil".-
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