lunes, 30 de noviembre de 2009

ELECCIONES EN HONDURAS

                  "QUIEREN LEGITIMIZAR OTRA FORMA DE GOLPISMO"


Carlos "Chacho" Álvarez actual presidente de la comisión de representantes permanentes del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) y ex vicepresidente de Argentina, indicó que las ilegítimas elecciones realizadas en el día de ayer domingo en Honduras, bajo la administración de un régimen de facto, significan un grave precedente para el continente.




En la entrevista realizada por Tele Sur, “el Chacho” dijo que los comicios significan "otra forma de golpismo"; en otras palabras ahora en adelante, la derecha internacional, cuando no le guste un gobierno de izquierda, no va a actuar como en anteriores dictaduras, sino que procederá a llevar a cabo los pasos que realizó el régimen de facto de Roberto Micheletti, al usurpar el poder tras el golpe de Estado militar ejecutado contra el presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya.



Explicó que si llegan a ratificarse las elecciones realizadas este domingo, las cuales fueron marcada por un alto índice de abstencionismo, la situación hondureña "sería un precedente que no nos gusta, porque tiene concepción o desarrolla que la izquierda, como no nos gusta, los militares los sacan y luego lo que se hace es, a diferencia de otros momentos, no que gobierne una dictadura militar, sino que se llama nuevamente a elecciones".



El presidente de facto hondureño, Roberto Micheletti, una semana antes de los comicios hondureños, se separó de su cargo para supuestamente darles "mayor legalidad", pero la comunidad internacional ha rechazado esas elecciones por el contexto ilegítimo en el que se han desarrollado.



"Eso lo que genera son antecedentes muy nefastos a Latinoamérica" denunció Álvarez.



Cabe destacar que en América Latina el golpe de Estado en Honduras, fue rechazado por algunos países de la región con excepción de Perú, Panamá y Costa Rica, mientras que en el norte es apoyado por Estados Unidos y en el Medio Oriente, por Israel.



Al respecto, Álvarez manifestó que "es dramático que países gobernados por presidentes de centroderecha o derecha hayan legitimado ese proceso".



Los comicios ilegítimos estuvieron marcados por un alto abstencionismo y episodios violencia protagonizados por miembros del Ejército y de la Policía Nacional de Honduras, quienes arremetieron contra manifestaciones populares que rechazaban la celebración de la elección.



Álvarez indicó además que "si se confirman los datos que se han dado de un alto nivel de ausentismo en la elección, lo que significa un alto nivel de rechazo del pueblo hondureño de estos comicios que no tienen legitimidad, estaremos ante una base muy fuerte porque se volvería a instalar la discusión de la restitución de Zelaya en el poder, que es el único camino para reconstruir la legitimidad de la sociedad hondureña".



PROTESTAS Y REPRESION:


HONDURAS.- Unas 2.000 personas, en la ciudad de San Pedro Sula, llevaron a cabo protestas populares, en distintos lugares reivindicando la Resistencia del pueblo Hondureño contra el Golpe de Estado. Se manifestaban de forma pacífica para reclamar "libertad" y el regreso de Zelaya, al Gobierno, recordemos que el líder Liberal, se encuentra refugiado desde el pasado 21 de septiembre en la embajada de Brasil en Tegucigalpa.

"Empezaron a lanzarles agua, a seguirlos y a detenerlos", dijo el reportero, quien aseguró que "hay heridos".

La fuerte presencia policial, ayudada con camiones con mangueras de agua, cercaba a los manifestantes en el Parque Central de la capital económica del país. Fue una de las expresiones del pueblo producida en la jornada electoral repudiada por los gobiernos democráticos de la Región y avalada por el imperio Yankee.

La Resistencia contra el Golpe, un conglomerado de sindicatos y movimientos sociales y estudiantiles, había llamado al boicot de estos comicios para no "legalizar el golpe". La elecciones son desconocidas por buena parte de la comunidad internacional. Y se cree según datos extraoficiales, que concurrieron un número muy bajo de electores, dejando un manto de sospecha de ilegitimidad al nuevo Presidente electo por una pequeña elite, capitalina.



                                             

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