Estamos a horas de debutar en otro mundial de fútbol, un manto de patriotismo invade los corazones, como si el futuro de la patria estaría en manos los once jugadores que saldrán a la cancha. Desconociendo que es simplemente un mundial de fútbol mas para la competencia internacional del equipo que representa a la federación de fútbol argentino.
Durante este tiempo, se le pego a Diego, por su acercamiento al gobierno, por el fútbol para todos y también por su condición humilde. También desde los medios monopólicos se achaco a la llegada de los hinchas más caracterizados de la Argentina, a Sudáfrica, pensando en el “que dirán”, típico de los tilingos de pensamiento euro céntrico, esta forma de creer que contándole los pecados al cura en el confesionario uno termina, “limpio y puro” de espíritu, y a su vez esto le permite continuar aplastando a los más indefensos, hasta el próximo domingo.
Se llego a decir que es una “Vergüenza Nacional” dejar que los hinchas conocedores de fútbol concurran a ver un mundial, como si el mundial fuese una propiedad privada de unos pocos privilegiados. Desconociendo que es un deporte popular y cualquiera tiene acceso a ver un partido de fútbol y mas uno de carácter internacional. Siempre y cuando cumpla con los requisitos para salir del país.
¿Que diferencia existe entre los hinchas que viajan al mundial, subvencionados por dirigentes deportivos, por jugadores o por actividades que los mismos hinchas han realizado durante años y aquellos otros que también viajan de garrón subvencionados por empresas internacionales o por los monopolios de la desinformación?
En el día de ayer en el avión que transportaba a “chiche” Gelblung, Fernando Bravo, entre otros, al llegar al aeropuerto de Sudáfrica fueron demorados por la policía para revisar sus antecedentes, estos que jodieron tanto con el tema de “los barras bravas” se terminaron comiendo la misma galletita, por supuesto que se quejaron, por que fue a ellos a quienes lo demoraron.
Desconociendo que la inspección o vigilancia que realiza la policía sudafricana es para todos por igual, comenzaron a quejarse ante la justicia y el accionar de la policía, por que según la gendarmería no sabe distinguir sobre “los dueños de la propiedad”, de los otros, Al verse invadidos y manoseados, los impolutos que pertenecen a otra clase. Desconocen que medidos por la misma vara terminan siendo iguales que “los barras” por el simple echo que ellos también viajan gratis bancados por grupos poderosos y están preparados para descargar sus misiles de bosta ante un eventual fracaso deportivo.
Quizás en este punto, apelando al falso patriotismo futbolero, podemos decir que por lo menos los hinchas de fútbol son más sanos y alientan a la selección, mas allá de los resultados, mientras que “los barras bravas monopolizados” terminan enamorados de los colores de cualquier camiseta europea, entregándose de la forma mas prostibularia, a los dueños de los capitales, como siempre lo han hecho. Cabe reflexionar pues, que si existe una Vergüenza Nacional son estos tilingos de cuarta, que han tomado como costumbre viajar colados a los campeonatos mundiales.-
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