Ayer domingo a través de la publicación del diario MIRADAS AL SUR se dio a conocer a la opinión publica, la conocida lista que contiene los nombres de aquellos que compraron divisas extranjeras y la sacaron del país, la lista de Redrado, así se la conoce, registra nombres de los grandes grupos económicos, chupa sangre siempre, pero también, de aquellos empresarios y dirigentes políticos de pseudo sensibilidad social que se llenan la boca hablando de la pobreza y de la seguridad jurídica. Demostrando una vez mas sus “doble moralidad” y sus ansias de ser “los ricos del mundo” a costa del hambre y la miseria del pueblo.
Esto lo puede sintetizar mejor Don Arturo Jauretche: dejando en claro el rol que juegan de los cipayos en función de la dependencia.
BUENOS AIRES Y SU CITY
No supieron ser en su país los hombres de la "city" y la "city" fue extranjera. Por la estúpida vanidad de esa clase, el país frustró la ocasión de capitalizar para el desarrollo nacional la oportunidad que la historia le brindaba. Dilapidaron en consumo superfluo la parte de la renta nacional que la burguesía extranjera les dejó a cambio de la renuncia de su función histórica; cuando la divisa fuerte se acabó dejaron de ser ''los ricos del mundo" y volvieron para ser "los ricos del pueblo", no en razón de la riqueza que pudieron crear, sino del privilegio que les permitió acumular su condición de titulares del dominio, en la valorización de las tierras originada en la transformación y lo poco que invirtieron en la producción primaria. Volvieron a cuidar aquí ese orden en virtud del cual, ya pobres en el mundo, se les permitía ser ricos en el país por comparación con los más pobres, a condición de garantizarle a la infraestructura extranjera de la producción el cómodo usufructo del intercambio.
Así, la expansión agropecuaria, que fue la más grande oportunidad que tuvo el país de capitalizarse, como consecuencia del fracaso de su burguesía sirvió para consolidar su situación de dependencia.
En la medida que esa clase no cumplió el papel que correspondía a una burguesía, se resignó a ser la fuerza interna dependiente cuya misión ha sido impedir toda modificación de la estructura. Es lo mismo que pasa con los ejércitos en todos los países periféricos: o intentan la realización nacional cumpliendo como tales con su destino histórico, o se convierten en una mera policía del orden conveniente a los de afuera. Esa diferencia que hay entre el soldado y el cipayo ocurre en el orden económico según la burguesía cumpla funciones nacionales o simplemente sea un sector dependiente.
Arturo Jauretche: EL MEDIO PELO EN LA SOCIEDAD ARGENTINA, Capítulo 1- El marco social económico de lo social - 4º edición enero ’67- Ed. Peña Lillo.-
http://www.elargentino.com/nota-76737-Los-que-compraron-dolares-y-los-sacaron-del-pais.html
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