miércoles, 28 de diciembre de 2011

El ERPAC, con nuevo jefe y los días contados

Con una jerarquía y estructura militar, el Ejército Popular Antiterrorista Revolucionarias de Colombia (ERPAC) controla vasto territorio en ese país, para el procesamiento y almacenamiento de clorhidrato de cocaína, además controla la producción de base y cocaína procesada para exportación, uno de los países elegidos seria Brasil.



  El ERPAC, es una de las organizaciones criminales que comenzó como la mano represiva de la derecha del gobierno colombiano que tenia como objetivo luchar frente a la guerrilla. Sus líderes son ex paramilitares, funcionan dentro del perímetro conocido como el de los Llanos Orientales. Brasil.

Sus Orígenes:


   ERPAC es un producto del conflicto interno de Colombia, tiene sus raíces en la lucha entre los poderes del gobierno, los grupos paramilitares de derecha y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el territorio denominado Llanos Orientales. Allí, miembros de lo que era conocido como el “Bloque Centauros”, bajo el liderazgo de José Miguel Arroyave, luchó contra los rebeldes de las FARC por el control de la región.

  Pero desde el principio, el “Centauros” parecía más interesado en el anuncio que el lado militar de su trabajo, por lo que a principios del 2003, se puso en marcha una lucha contra un grupo de paramilitares rivales por el control de “la ruta de la droga” a través del departamento de Casanare cerca de las fronteras de Venezuela y Brasil. Más de mil murieron en los combates.

  Los Centauros ganaron la batalla, pero siguieron las luchas internas. En septiembre de 2004, un grupo liderado por Pedro Oliveiro Guerrero, alias "Cuchillo", emboscaron y mataron a Arroyave el líder de Los Centauros, dando lugar a nuevos conflictos y a una nueva banda organizada criminal, ERPAC.

  El ERPAC ha prosperado por aliarse con Daniel Barrera, alias "El Loco", y hacer negocios con su antiguo enemigo, las FARC. Barrera, quien también está alineado con la poderosa banda criminal “los Rastrojos”, es uno de los traficantes de la droga de Colombia más buscados.

  El ERPAC y Barrera han utilizado los Llanos Orientales como su cuartel general y regularmente compra de base de coca, la materia prima utilizada para elaborar la cocaína en polvo, antes de procesarla en laboratorios con sede en Colombia y su posterior exportación a través de Brasil. Se cree que la exportación sería entre dos o tres toneladas por mes. Algunos de sus productos van a Europa a través empobrecidas naciones del África Occidental, como Guinea-Bissau. También venden sus productos a los cárteles mexicanos de la droga que operan en México, Guatemala y otros países de tránsito. En marzo de 2010, los EE.UU. le pusieron precio a las cabezas de Oliveiro y Barrera.

  Pero no solo el ERPAC hace dinero con el tráfico de drogas. También utiliza su poderío de fuego, para robar tierras, ganado y dinero producto de extorsionar a los agricultores de la zona. Sus contactos con las fuerzas armadas y la policía han dado al grupo una ventaja frente a numerosos rivales en los últimos años.

Modus Operandi


  Este grupo paramilitar se dedica a aterrorizar a la población local para poder someterla a su voluntad. Tiene poco de ideología al margen de su búsqueda de hacer dinero proveniente de actividades ilícitas y ha hecho una importante alianza estratégica con algunos funcionarios del gobierno colombiano, el cual de forma indirecta o directa, les permiten utilizar entre otras cosas la costa del Pacifico, y las rutas aéreas, con el fin de lograr sus objetivos de transportar la droga hacia el exterior. Durante este tiempo sus integrantes han crecido en número, reproduciéndose en las zonas de Huila, Caquetá, Cauca y Putumayo, bastiones tradicionales de la guerrilla. Algunos informes de inteligencia de la policía también dicen que también tiene una "presencia" en Arauca, Huila, Cundinamarca y Guainía.

   El grupo también está tratando de tener un mayor control de los Llanos Orientales, agudizando enfrentamientos armados con otros grupos de ex paramilitares que se han convertido en organizaciones criminales, uno de ellos “Los Macacos”, que operaba bajo los auspicios del líder encarcelado y extraditado ahora del Bloque Central Bolívar, Carlos Mario Jiménez, alias "Macaco".

  Esto demuestra la colaboración entre los elementos del ERPAC, la policía corrupta, el ejército y la agencia de inteligencia del DAS, ahora disuelta.

  Aún quedan preguntas sobre la capacidad del control territorial, su disciplinamiento en las filas internas del ERPAC, y el grupo sigue haciendo frente a importantes retos institucionales. El nuevo líder del ERPAC; López de Montero a realizado en estos meses, un intento de proyectarse como un nuevo líder incuestionable de este grupo y todo indica que uno de sus objetivos es el de disolver la organización.

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