lunes, 11 de julio de 2011

Ese Maldito Conformismo Tilingo

Es difícil entender a los porteños, se suponen son el electorado mas “informado”, mas “pensante”, según su ego. Pero si hacemos memoria son los que allá por los ´90, en una misma elección, eligieron como intendente al riojano Herman González y al socialista Bravo como legislador.


Es fácil tirarles con un “Jauretche ilustrado”, acusándolos de tilingos, pero el análisis terminaría rápido. Es por eso encausar el análisis por el lado de una de las debilidades burguesas a la que llamamos “conformidad”. Esta actitud que caracteriza a los sectores medios se pueden observar cuando las cosas andan bien, por lo tanto desean no retocarla. Esta actitud la de la conformidad política de dejar todo como esta, fue lo que hizo que los resultados electorales como el de ayer, en la capital porteña, terminen con el resultado que termino, la ventaja de Mauricio Macri de 47,1 sobre el 27,7 de Daniel Filmus.

Y aunque les duela a los sectores progresistas de la capital, “el juntos estamos bien” de Mauricio, parece ser la síntesis sociológica del tema en discusión. Ese conformismo de que todo siga igual, no deja de ser una actitud individualista de un burgués, que por el momento goza de algunos privilegios, a los cuales los hace mantenerse imaginariamente en un “status” de clase. No cabe duda que un sector menor, tal vez, de quienes apoyaron a Macri, en las próximas elecciones de octubre apoye a Cristina, de ser así, no habría que sorprenderse ya que no es una cuestión o razón ideológica, sino es ese simple conformismo.

Es por eso, que a raíz de estos pequeños hechos que comienzan a marcarse, debemos estar atentos a lo que se puede presentar en los próximos años, cuando hablamos de la profundización del proyecto nacional, hablamos de ir a fondo, de acelerar los conflictos.

De generar una alianza de clases, sumando los sectores mas dinámicos de la sociedad. Evidentemente no se habla de conformismo se habla de profundizar, la discusión deja de ser una simple discusión retórica, se transforma en algo mucho mas profundo.

Por un lado se ven “los tilingos” que tienen “el berretín” de mantener a sus hijos en una escuela privada, los que se pueden atender en una clínica privada, los que tienen medios de movilidad propia y no se inundan cuando llueve, los que son propietarios y no tienen problemas de viviendas. Son los que se sienten con tranquilidad, se permiten relajarse y consumir los conflictos de la farándula artística desde el living de sus casas. Sin interesarles lo que le sucede a su alrededor.

Por otro lado el sector que se identifica como “progre”, que niega al peronismo, que teme al sector mas dinámico de la sociedad, que son los trabajadores y que no ha tomado conciencia del momento histórico que estamos viviendo, y se quede en discusiones superfluas, las que la impiden profundizar la etapa. Es este sector conformista, al que hay que hacerle entender que la argentina se extiende mucho más allá de la avenida General Paz y el Riachuelo.

De esta forma llegamos a la conclusión que el nuevo triunfo del Pro en capital, no ha sido casualidad, sino una simple forma de “jugar” que tienen algunos sectores medios de Buenos Aires, que tienen un sello característico el de ser una “clase opinadora” y nada más. Con respecto a este tema “el viejo” Jauretche decía algo así como que eran los que se quejaban diciendo: “Alguien tiene que cambiar esto, ¡vallan ustedes!”. Por eso, me parece que mientras no exista un compromiso de cambio, de profundización, las cosas seguirán así. El problema será que los vientos de la capital, no nos traigan la malaria para este lado del conurbano. San Jauretche Ayudanos!!!

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