lunes, 5 de septiembre de 2011

El gobierno de Rousseff, avanza sobre una nueva ley de medios


En el IV Congreso del Partido de los Trabajadores de Brasil, realizado en Brasilia, el día de ayer, ante una concurrencia de más de 350 mil congresales, aceptaron avanzar por la nueva ley de medios entre otros temas.



La ministra de Relaciones Institucionales, Ideli Salvatti, también defendió la reglamentación del sector de m “Todos los sectores tienen un marco regulatorio y la comunicación en Brasil no. La mayoría de los países tiene y tienen que quedar establecidos en una ley los límites y los derechos del área de comunicación. Eso deberá definirlo el Congreso Nacional”, dijo y aseguró que “la libertad de prensa debe mantenerse a cualquier precio, aunque no hay contradicción entre este principio y la reglamentación”.

Por otro lado el secretario general de la Presidencia, Gilberto Carvalho expreso “Me extraña que alguien piense que democratizar la comunicación es autoritarismo. Todos los países tienen reglamentación. Eso es bueno para Brasil, para la democracia, para los medios y para la libertad de prensa”.

El Partido de los Trabajadores (PT) reclamó, entre otros temas, una nueva ley de prensa, superadora del actual marco regulatorio, que es de 1963, a través del lanzamiento de una campaña nacional de respaldo para la modificación de la ley en cuestión, la cual será tratada en el congreso.

Se provee, que dentro del parlamento el debate sea mucho mas duro de lo que fuera en Argentina, ya que los aliados al gobierno no demuestran demasiada entusiasmo en acompañar este proyecto de ley.

La nueva ley de medios brasilera, tiene diversos puntos en común con la ley sancionada en Argentina, ya que apunta a la desconcentración de la propiedad, a desligar a los grandes empresarios con intereses cruzados en el manejo de los medios de difusión, y a la pluralidad de voces, algo que en Brasil es muy importante no solo por su extensión geográfica, sino también por la diversidad de culturas.

Los dirigentes del PT no descartan que la campaña de los principales medios caigan con argumentos que acusen de falta de libertad de expresión, y alguna inesperada visita de la SIP.